¿Qué fabricas consumen más?
El consumo energético de las fábricas está directamente relacionado con el tipo de actividad que realizan. Esto se debe a que determinará la maquinaria empleada y los procesos productivos necesarios para su operación.
Según los datos del INE, las ramas industriales con mayor consumo energético son la metalurgia, la industria alimentaria y la industria química, actividades destacan por su alta demanda de electricidad y gas, esenciales para sus procesos productivos. A continuación, lo analizamos en detalle:
- Metalurgia: este sector lidera el consumo energético en España con el 17,4 % del total, utilizando electricidad y gas. Requiere procesos intensivos como la fundición, laminación y tratamiento térmico de metales, los cuales demandan un uso constante de hornos eléctricos y maquinaria pesada.
- Industria alimentaria: consume el 15,8 % del total nacional, su principal fuente energética es la electricidad (para refrigeración y maquinaria) y gas (para cocción y procesos térmicos). Combina procesos de producción continua y operan 24/7 para garantizar la frescura de los productos, lo que incrementa significativamente su consumo eléctrico.
- Industria química: con 15,0% del total nacional. Se incluye la fabricación de productos como fertilizantes, plásticos, pinturas y medicamentos. Sus procesos suelen ser altamente intensivos en energía debido a la necesidad de mantener reacciones químicas controladas, operar sistemas de destilación y utilizar equipos especializados.
- Fabricación de productos minerales no metálicos: su fuente principal es el gas, pero en el gasto electricidad se encuentra en cuarta posición. La producción de cemento, vidrio y cerámica son procesos extremadamente energéticos.
- Fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos: aunque es menor en términos absolutos, destaca por su dependencia de la electricidad (90,4% de su consumo energético). Esto se debe al uso de maquinaria especializada y sistemas automatizados.
Actividades con menor consumo energético
En el lado opuesto, encontramos industrias con un menor consumo energético debido a la naturaleza de sus procesos productivos. Entre ellas destacan:
- Confección de prendas de vestir: su consumo energético es bajo porque los procesos de corte, costura y ensamblaje no requieren maquinaria intensiva ni altos niveles de energía.
- Industria del tabaco: la producción de cigarrillos y otros productos derivados del tabaco tiene un impacto energético limitado.