Adapta tu empresa a la Directiva de Eficiencia Energética de la UE

La Nueva Directiva de Eficiencia Energética 2023/1791, aprobada recientemente por la Unión Europea, establece obligaciones más estrictas para las empresas en relación con la reducción de su consumo energético y la adopción de tecnologías más sostenibles. A medida que la regulación en eficiencia energética y reporte medioambiental se vuelve más exigente, las compañías han de adaptarse rápidamente para cumplir con los distintos estándares. 

En este artículo vamos a explicarte todo lo que necesitas modificar en tu empresa para que cumpla con lo que esta nueva directiva establece.

¿Qué implica la directiva de eficiencia energética para las empresas?

Tras las medidas tomadas por esta directiva relativas a la eficiencia energética, las compañías deberán adaptarse, para lo que será necesario llevar a cabo las siguientes acciones:

1. Auditorías energéticas obligatorias: las empresas deberán realizar evaluaciones regulares para identificar áreas donde puedan reducir su consumo de energía. 
2. Planes de eficiencia energética: se exige la implementación de acciones concretas para mejorar la eficiencia y optimizar los recursos energéticos utilizados.
3. Inversión en tecnologías limpias: las compañías deberán invertir en soluciones tecnológicas más limpias y eficientes para minimizar su impacto ambiental. Se obliga a la instalación de infraestructura para la movilidad sostenible.
4. Introducción de Sistemas de Control y Automatización de Edificios como alternativa a inspecciones y auditorías físicas.
5. Indicador de Preparación para Aplicaciones Inteligentes: este debe indicar la capacidad de un edificio de adaptarse a las diferentes necesidades del ocupante, de la red y de su mejor para la eficiencia energética.
6. Inspecciones de Eficiencia Energética de las Instalaciones HVAC: son necesarias las revisiones periódicas para los sistemas de climatización de más de 70 kW. En estas se deberán recibir recomendaciones para la mejora del funcionamiento del sistema.
7. Requisitos mínimos de eficiencia energética: todos los edificios deberán estar en 2030 por debajo del 16 % del uso de energía primaria y el 2033 por debajo del 26 %. Tratando de promover así la renovación de edificios con peor comportamiento energético.
8. Uso y potenciación de energías renovables: la solar, principalmente, para los suministros de los edificios. Instalación y adaptación de los antiguos y diseño de los nuevos para su optimización.

¿Qué objetivos persigue esta directiva?

El objetivo final de esta Nueva Directiva es la de conseguir un ahorro comunitario del consumo de energía, llegando a un porcentaje mínimo de 11,7 % para el año 2030. Para ello es necesario un uso de la energía mucho más eficiente. De esta manera se pretende conseguir que el consumo de la Unión Europea no sea mayor de 763 millones de toneladas métricas equivalentes de petróleo (Mtep).

Los objetivos a nivel comunitario han repercutido de forma directa en los de cada país en particular. Así, se pueden diferenciar unos requisitos mínimos nacionales de eficiencia energética:

• Ahorro de energía: deberá aumentar de manera gradual anualmente. El ahorro mínimo será de 1,3 % en 2024 y 2025, del 1,5 % en 2026 y 2027, y llegando al 1,9 del 2028 hasta el 2030.
• Reducción máxima de la demanda de calefacción: los países miembros deben apoyar la renovación de los sistemas para el suministro de calefacción y refrigeración. La meta final de esto es la neutralidad de carbono en 2050.
• Renovación de edificaciones: incrementando el porcentaje anual al 3% a todos los sectores de la administración pública.
• Disminución del consumo de energía del sector público: en un 1,9 % anual. Se busca que la administración pública sea un ejemplo para el resto de empresas de cada país.

¿Qué beneficios tiene la directiva eruropea de eficiencia energética para las empresas?

Cumplir con estas nuevas obligaciones no solo evitará sanciones, sino que también trae consigo numerosos beneficios: 

• Reducción de costes: al implementar medidas de eficiencia energética, las empresas pueden reducir significativamente sus gastos operativos a largo plazo, disminuyendo el consumo de energía y optimizando procesos. 
• Mejora de la competitividad: ser una compañía comprometida con la sostenibilidad, mejora la imagen corporativa y puede atraer a nuevos clientes y socios que valoran la responsabilidad medioambiental. 
• Acceso a incentivos: entre los incentivos disponibles, destacan los CAEs (Certificados de Ahorro Energético), un mecanismo que recompensa a los negocios que implementan medidas de eficiencia energética. Estos certificados permiten monetizar los ahorros conseguidos, generando un beneficio adicional al cumplimiento normativo. 
• Cumplimiento normativo y preparación para el futuro: adaptarse a la normativa actual asegura que las compañías estén preparadas para futuras regulaciones más estrictas en materia de sostenibilidad y reporte ambiental. 

En Repsol somos expertos en asesoramiento energético y ayudamos a las empresas a cumplir con las exigencias de la nueva directiva, ofreciendo soluciones personalizadas que permiten optimizar el rendimiento y mejorar su rentabilidad. Adicionalmente, nuestro servicio de asesoramiento integral permite tanto definir un Plan de acción, como calcular la huella de carbono y establecer un Plan de Descarbonización.

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¿Cómo adaptar una empresa a esta nueva directiva de eficiencia energética?

La Nueva Directiva establecida por el Parlamento Europeo y el Consejo fue publicada de manera oficial el 20 de septiembre de 2023. A partir de esa fecha, los Estados miembros disponen de 2 años para incorporar estos elementos a su legislación. 

A pesar de que estas medidas afectan en gran medida a la edificación, también se deben aplicar otras, relativas al consumo, para priorizar la eficiencia energética de cada compañía. Estas son algunos cambios que puedes tomar en tu negocio para cumplir con ellas:

• Disponer de un sistema de gestión de la energía: medida que deben tomar las empresas de consumo de energía superior a 85 TJ.
• Realizar una auditoría energética antes del 11 de octubre de 2026 y repetirla al menos cada 4 años, así como la creación de un plan de mantenimiento.
• Sustituir los contadores analógicos por contadores de gas inteligentes, para medir el consumo real de gas de manera individual.
• Adquirir de contadores de calefacción, refrigeración y ACS: las empresas deben recibir contadores a un precio competitivo. Y los edificios cuyo suministro es centralizado, deberán disponer de los elementos necesarios para conocer el consumo energético individual de cada cliente. Todos los nuevos sistemas deben ser de lectura remota.
• Actualizar del alumbrado y los termostatos, así como el equipamiento tecnológico utilizado por los trabajadores. También se puede aprovechar la luz natural para la iluminación y calor del espacio de trabajo.
• Mejorar el aislamiento térmico del establecimiento para un menor gasto energético.
• Contratar las tarifas energéticas que se adapten a tu negocio.
• Instalar plazas y cargadores para movilidad eléctrica: un punto de recarga por cada 5 plazas de aparcamiento, así como un espacio para bicicletas. En caso de tener más de 20 plazas, el número se reduce a 1 cargador por cada 10.
• Usar la energía solar con la instalación de placas solares o uniéndote a una comunidad solar. 

En caso de no llegar a los objetivos concretados, se debe realizar una contribución económica voluntaria al Fondo Nacional de Eficiencia Energética. 

Esto permite la financiación de actuaciones que consigan alinearse con los objetivos de la Nueva Directiva y con los planes nacionales integrados de energía y clima, que definen las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de energías renovables y de eficiencia energética.

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Una de las medidas esenciales y que puedes aplicar de manera sencilla para tu negocio es la contratación de una tarifa energética que se adapte a tus necesidades y las de tu empresa.

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