Los emisores térmicos suelen consumir menos energía que los radiadores eléctricos, especialmente los de bajo consumo. Esto se debe a que están diseñados para retener y distribuir el calor de manera más eficiente, utilizando materiales como aluminio o cerámica.
Mientras que un radiador eléctrico puede tener un consumo entre 1,5 y 2,5 kWh, los emisores térmicos, tienen una potencia de entre 0,5 y 1,5 kW aproximadamente, la cual es directamente proporcional al consumo de energía.
Además, muchos emisores térmicos cuentan con termostatos programables y modos de ahorro energético, lo que permite ajustar la temperatura según las necesidades del espacio y reducir el consumo.
¿Qué debo elegir, un radiador eléctrico o un emisor térmico? En general, elegir un emisor puede ser una opción más económica a largo plazo si buscas eficiencia energética.