Barbacoas pequeñas

Existen fantásticas opciones diseñadas para encajar perfectamente en tu espacio y estilo de vida: 

• Barbacoas eléctricas: son las reinas de los espacios reducidos, especialmente balcones. Son limpias, no generan apenas humo ni llama directa (lo que suele facilitar el cumplimiento de normativas), se enchufan y ¡listo! Perfectas para comidas rápidas, sabrosas y sin complicaciones con los vecinos.  
• Barbacoas de gas portátiles/pequeñas: si tienes algo más de espacio (una terraza o patio) y buena ventilación, una barbacoa de gas compacta es una opción estupenda. Ofrecen encendido rápido y control preciso de la temperatura. Busca modelos de sobremesa o con patas plegables que ocupen poco espacio al guardarlas. La barbacoa de gas portátil Sahara Mini Crema es un buen ejemplo de este tipo, ideal por su tamaño y funcionalidad. 
• Barbacoas de carbón compactas: para los puristas del sabor a brasa, existen modelos de carbón pequeños y de diseño (tipo cubo, redondas pequeñas) que pueden funcionar en patios o terrazas bien ventiladas, siempre que la normativa de tu comunidad y municipio lo permita explícitamente. Requieren más precaución con el humo y las cenizas. 
•  Barbacoas "sin humo": algunos modelos (eléctricos o de carbón con diseño especial) minimizan activamente el humo, siendo muy interesantes para entornos urbanos. Las barbacoas LotusGrill son un ejemplo de bajo nivel de humo, siendo muy interesantes para entornos urbanos. 

Para encontrar tu barbacoa perfecta, ten en cuenta estos puntos clave: 

• Tu espacio: mide bien tu balcón, terraza o patio. Elige una barbacoa que encaje cómodamente, dejando espacio libre alrededor para moverte con seguridad. 
• Normativa: consulta los estatutos de tu comunidad de propietarios y la ordenanza municipal. Muchas comunidades prohíben explícitamente las barbacoas de carbón o incluso todas en balcones. A menudo, las barbacoas eléctricas son la opción más permitida. 
• Ventilación: asegúrate de que tu espacio esté bien ventilado, especialmente si consideras gas o carbón. Nunca uses barbacoas de combustible en interiores o espacios cerrados. 
• Conexión eléctrica: si te decides por una eléctrica, comprueba que tengas un enchufe accesible y seguro cerca. 
• Tipo de uso: ¿La usarás a menudo o solo de vez en cuando? ¿Para cuántas personas? Esto te ayudará a decidir el tamaño y la inversión. 
•  Almacenamiento: piensa dónde la guardarás cuando no la uses. Los modelos plegables o compactos son ideales si tienes poco sitio. 

Esta es la pregunta clave. La respuesta depende principalmente de dos factores: 

1. Estatutos de tu comunidad de propietarios: es lo primero que debes revisar. Muchos edificios tienen normas internas que prohíben específicamente el uso de barbacoas (especialmente las de carbón por el humo y riesgo) en balcones y terrazas para evitar molestias y peligros. Si los estatutos lo prohíben, no podrás usarla, aunque la ley general lo permitiera. 
2. Ordenanza municipal de tu ayuntamiento: consulta la normativa de tu localidad. Algunas pueden tener restricciones generales sobre humos, olores o uso de fuego en zonas residenciales. 
3. Sentido común y convivencia: aunque estuviera permitido, piensa siempre en tus vecinos. El humo y los olores pueden ser molestos. Las barbacoas eléctricas son las que menos problemas suelen generar en este sentido. 

Reducir el humo es esencial para una buena convivencia y disfrutar de tu barbacoa sin preocupaciones: 

• Elige el tipo adecuado: la forma más eficaz es optar por una barbacoa eléctrica, que prácticamente no genera humo. Las barbacoas de gas también producen muy poco humo comparadas con las de carbón. 

Si usas carbón (y está permitido):

• Utiliza carbón para barbacoa de alta calidad y bien seco. Puedes optar por carbón vegetal o briquetas para asegurar una buena combustión y menos humo. 
• Espera a que las brasas estén bien formadas (cubiertas de ceniza gris) antes de empezar a cocinar. Un kit de chimenea encendido junto con pastillas de encendido te facilitará mucho esta tarea, ayudando a que el carbón prenda de manera uniforme y más limpia. 
• Evita que la grasa gotee sobre las brasas (usa bandejas). El goteo de grasa es una de las principales causas de llamaradas y humo denso. Las bandejas de aluminio para barbacoa son muy prácticas para recoger la grasa o cocinar alimentos delicados. 
• Busca modelos de barbacoas sin humo: existen barbacoas diseñadas específicamente con sistemas de ventilación o protección que reducen drásticamente la emisión de humos, incluso siendo de carbón. Pueden ser una excelente inversión.
• Buena ventilación: asegúrate siempre de que el aire circule bien en tu espacio. 

La seguridad es primordial, especialmente en espacios cercanos a la vivienda: 

• Superficie estable y segura: coloca la barbacoa pequeña siempre sobre un suelo firme, nivelado y resistente al fuego. Nunca sobre madera, césped artificial o cerca de alfombras. 
• Distancia prudencial: sepárala varios metros (consulta instrucciones del fabricante) de paredes, muebles de exterior, plantas, toldos, ropa tendida y cualquier otro material inflamable. ¡Cuidado con las ráfagas de viento! 
• Ventilación óptima: asegúrate de que el espacio esté muy bien ventilado, especialmente si usas gas o carbón. ¡El aire libre es clave! 
• Nunca sin supervisión: mantén la barbacoa siempre vigilada mientras esté encendida o caliente. 
• Medios de extinción cerca: ten a mano un pulverizador con agua (para pequeñas llamas de grasa), un paño húmedo o un pequeño extintor adecuado. 
• Apagado seguro: asegúrate de que se apague y enfríe completamente antes de guardarla o cubrirla.