¿A qué temperatura poner el aire acondicionado en invierno?
Muchos aires acondicionados permiten poner aire caliente en invierno, gracias a la bomba de calor que tienen incorporada. Y, al igual que sucede con el aire en verano, hay que vigilar con la temperatura.
En invierno, se recomienda una temperatura media de entre 20-22 grados, ya que en el exterior hará más frío. Hay que recordar que lo importante es que no haya una gran diferencia entre la temperatura del exterior con la del interior, para que no haya problemas de salud ni gastemos más en aire de lo que realmente necesitamos.
En cuanto a la noche, la temperatura debería ser más baja, entre 15 y 17 grados, aunque no se recomienda dormir con la calefacción. Lo mejor es ponerla antes de ir a dormir para que caliente la habitación y después apagarla. Una ventaja del invierno, a diferencia del verano, es que puedes comprar un buen edredón nórdico, que te ayudará a mantener la temperatura dentro de la cama.
Si sigues estos consejos y recomendaciones, conseguirás tener la temperatura perfecta en tu hogar, sin gastar de más en luz.
Problemas de salud derivados de no controlar la temperatura del aire acondicionado
Es importante tener en cuenta que configurar el aire acondicionado a una temperatura demasiado baja puede plantear algunos problemas de salud. A continuación, se presentan los principales problemas que pueden surgir al tener el aire acondicionado a una temperatura muy baja en verano:
- Resequedad en la piel: El aire acondicionado retira la humedad del aire para enfriarlo, lo que puede llevar a la deshidratación de la piel.
- Problemas respiratorios: El aire frío y seco puede afectar las vías respiratorias, especialmente en personas que ya tienen afecciones respiratorias como asma o bronquitis. Puede provocar irritación en los conductos nasales y garganta, causando congestión, tos y dificultad para respirar.
- Dolores musculares y articulares: Pasar demasiado tiempo en un ambiente frío puede ocasionar rigidez muscular y articular. El cambio brusco de temperatura entre el interior con aire acondicionado y el exterior caliente puede tensar los músculos y las articulaciones, provocando dolor y molestias.
- Resfriados comunes: Si bien el aire acondicionado no causa directamente resfriados, permanecer en un ambiente frío puede debilitar el sistema inmunológico y hacer que las personas sean más propensas a contraer infecciones virales, como los resfriados comunes.
- Cambios de temperatura bruscos: Entrar y salir frecuentemente de lugares con temperaturas muy diferentes puede causar cambios bruscos de temperatura en el cuerpo, lo que puede afectar la circulación sanguínea y la capacidad del cuerpo para regular su temperatura interna.