Capacidad y tamaño
Las bombonas de gas, por ejemplo de butano, tienen una capacidad desde 5 kg hasta 12,5 kg, lo que las hace adecuadas para consumos más pequeños.
Los depósitos de gas, por otro lado, pueden almacenar cantidades mucho mayores de gas, lo que los hace una gran opción para hogares con un alto consumo.
Instalación
La instalación de una bombona de butano es sencilla y no requiere de obras. Son envases móviles que solo necesitas conectar a aparatos que funcionen con esta fuente de energía, utilizando complementos esenciales para su funcionamiento como válvulas con regulador y tubos flexibles. Si no sabes cómo hacerlo correctamente, te contamos cómo poner una bombona de butano de forma segura.
La instalación de un depósito de propano es más compleja y requiere de la intervención de un profesional, así como de un espacio adecuado para colocarlo y un sistema de tuberías que conecten la fuente de suministro con los aparatos de tu vivienda. Estos depósitos son fijos y deben ubicarse en un lugar ventilado y accesible para el proveedor de gas, pudiendo ser aéreo o subterráneo.
Tipo de uso
- Las bombonas de butano son más comunes para uso doméstico puntual, útiles para pequeñas viviendas, caravanas o campings. Son versátiles y se utilizan principalmente para cocinar, calentar agua o como apoyo a la calefacción en estufas portátiles.
- Los depósitos son más adecuados para cubrir las necesidades de calefacción central, agua caliente y cocina en hogares con un alto consumo energético, a los que no les llega el gas natural. También son muy utilizados en el sector industrial y agrícola.
Reposición del gas
- Debes remplazar la bombona manualmente cuando se agotan, esto implica que cuentes con disponibilidad de recambios, o logística para poder conseguirlos.
- Los depósitos se rellenan periódicamente por un proveedor de gas, que va directamente a la vivienda con un camión cisterna. Estos ofrecen mayor comodidad y continuidad en el suministro.
Tipo de gas
Aunque ambos tipos de almacenaje de gas pueden contener cualquier tipo de GLP, lo más común es que las bombonas sean de butano y los depósitos de propano.
Coste
- El precio de las bombonas está regulado, pero el coste por unidad de energía puede ser más elevado que el del gas en depósito.
- Los depósitos implican una inversión inicial mayor (instalación, alquiler o compra del depósito), pero a largo plazo pueden resultar más económicos si el consumo es elevado.
Mantenimiento
- El mantenimiento de las bombonas es mínimo, limitándose a la verificación de las conexiones y la manguera.
- Los depósitos de gas, por su parte, requieren revisiones e inspecciones periódicas por parte de un técnico cualificado para garantizar su seguridad y correcto funcionamiento. Estas suelen estar incluidas en los contratos de suministro.