Factores por los que pueden subirte el seguro del coche
Las aseguradoras evalúan múltiples variables para calcular el riesgo y, por tanto, el precio de tu póliza. Una subida puede deberse a una o varias de las siguientes razones:
Siniestros o partes
Si has presentado uno o más partes a tu aseguradora en el último año, especialmente si eres el culpable, es muy probable que tu prima aumente. Las aseguradoras consideran que un historial de siniestros eleva tu perfil de riesgo.
Además, si has tenido multas recientes por infracciones graves (como conducir bajo los efectos del alcohol o exceso de velocidad), algunas aseguradoras pueden considerarlo un indicador de mayor riesgo y ajustar al alza la prima, especialmente si afecta a tu historial de puntos.
Promociones o descuentos aplicados en el contrato anterior
Muchas aseguradoras, el primer año de tu póliza incluyen descuentos o promociones especiales que no son renovables. Al finalizar el periodo promocional, el precio vuelve a su tarifa estándar, lo que se percibe como una subida.
También, hay descuentos de fidelización que se aplican por ser cliente antiguo, por renovar sin cambios o por contratar varios productos (multirriesgo, hogar, etc.). Estos “bonus” pueden caducar, por lo que deja de aplicarse esa ventaja anterior.
Cambios en tu perfil de conductor
Factores como tu edad, años de experiencia al volante o incluso el uso que le das al vehículo (más kilómetros, uso profesional) pueden influir en el coste del seguro. Un cambio en estos datos puede justificar una subida.
Modificación de contrato o del vehículo
Cualquier cambio en las condiciones de tu póliza o en tu vehículo puede afectar la prima:
- Cambiar de domicilio: si se pasa a residir en una zona con alta siniestralidad, robos o vandalismo, el precio subirá.
- Añadir nuevos conductores: sobre todo si estos tienen un perfil de riesgo mayor.
- Modificar las características del coche: las modificaciones o el tuning con componentes no originales (instalar accesorios que aumenten su valor o riesgo).
Tipo de vehículo
Los coches de alta gama, deportivos, potentes o caros de reparar suelen tener seguros más caros. A mayor valor asegurado, mayor prima.
Por otro lado, la antigüedad del coche también influye en el precio del seguro, si tu coche es nuevo, tiene un alto valor en el mercado o requiere repuestos específicos, además suelen tener un tipo de seguro más caro (a todo riesgo), mientras que los más antiguos tienden a contratarse con coberturas más básicas y primas más bajas. Sin embargo, un coche muy viejo puede considerarse de más riesgo por falta de seguridad o fiabilidad mecánica.
Es importante resaltar, que existe una creencia extendida acerca de cómo afecta el color del coche al precio del seguro. La realidad es que el color de la pintura del coche no es un factor de riesgo asegurador reconocido, por lo que nunca afectará a la prima.
Incremento del IPC o inflación
Las aseguradoras ajustan sus tarifas siguiendo el Índice de Precios al Consumo (IPC) y la inflación general. El aumento de costes en reparaciones, mano de obra y piezas de recambio repercute directamente en el precio final del seguro, incluso si tú no has cambiado nada en tu póliza.
Por otra parte, las empresas de seguros pueden cambiar sus tarifas en situaciones en las que hay menos competencia, fusiones de aseguradoras o cambios regulatorios (subidas de impuestos).
Aumento de la siniestralidad general
Aunque tú no hayas tenido accidentes, si la siniestralidad ha subido en general en tu zona, en el tipo de coche que conduces o en el grupo de edad al que perteneces, la aseguradora puede subir las primas a todo ese segmento de clientes para compensar el riesgo colectivo. Así, con una mayor frecuencia de reclamaciones en tu área o grupo de riesgo, el precio de tu seguro puede subir.
Por otro lado, si comienzan a producirse un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos (como granizo o inundaciones), el precio de la prima también puede verse afectado por el aumento de riesgo de daños en el vehículo.
Nuevas coberturas o mejoras en la póliza
Ya sea por cambios en sus políticas de precios, o por razones internas, la aseguradora puede haber incluido nuevas coberturas o mejorado las existentes en tu póliza sin que lo hayas solicitado explícitamente. Estas mejoras suelen estar reflejadas en las condiciones, pero es común que pasen desapercibidas si no se revisa el detalle del nuevo contrato.