¿En qué ocasiones puedo tener un segundo contrato de luz a mi nombre?
Existen varias situaciones en los que una persona necesita gestionar varios contratos de luz a la vez. Las más frecuentes son las siguientes:
El contrato del hogar y el de la empresa
Si eres autónomo y tienes una oficina o un local comercial, o si eres el administrador de una empresa, necesitarás un contrato de luz para tu vivienda particular y otro diferente para el negocio. Ambas instalaciones son diferentes y requieren tarifas específicas según el uso energético. Cada uno estará asociado a su dirección y punto de suministro (CUPS) correspondiente.
Segundas residencias
Este es el caso más habitual. Si tienes una vivienda principal y otra para las vacaciones (en la playa, la montaña, etc.), cada una de ellas debe tener su propio contrato de luz. Cada propiedad es un punto de suministro independiente y, por tanto, requiere su propia titularidad y facturación.
Esto te permitirá adaptar la tarifa a su uso estacional e incluso cambiar de tarifa de forma individual en cada una de ellas si necesitas ajustar alguna en cualquier momento.
Tener dos contratos de luz en una casa
Aunque es una situación menos común, es posible. Esto suele ocurrir en propiedades muy grandes que han sido divididas legalmente en espacios independientes, cada uno con su propio contador. Por ejemplo, si se divide el inmueble en dos viviendas independientes, se tiene un local anexo o un garaje para la carga de coche eléctrico (con una tarifa específica para esa función).
Si quieres profundizar, puedes consultar nuestro artículo sobre si puede haber dos contratos de luz en una misma casa.