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La energía solar térmica es un tipo de tecnología renovable que aprovecha los rayos del sol para generar calor. Esta alternativa, cada vez más relevante, se posiciona como una solución de uso doméstico e industrial limpia y eficiente.
A continuación, te contamos en detalle en cómo funciona, los beneficios que aporta, sus múltiples usos y cuál es el estado actual de su implementación.
La energía solar térmica, también conocida como termosolar, utiliza colectores, paneles solares o termosifones para captar la radiación solar y convertirla en calor. Este calor se transfiere a un fluido y permite que la energía se pueda aprovechar de diversas maneras, por ejemplo, para generar energía mecánica o eléctrica. También resulta muy útil para producción de agua caliente sanitaria (ACS), la calefacción de uso doméstico o, incluso, climatizar edificios.
La mayoría de los sistemas termosolares incluyen un depósito para almacenar el calor, garantizando un suministro continuo incluso en días nublados o durante la noche.
Es importante no confundir la la energía solar térmica y la fotovoltaica, que convierte la luz solar directamente en electricidad. La principal diferencia radica en que la térmica aprovecha el calor del sol. Además, existen sistemas como la energía solar híbrida que combinan ambas tecnologías para maximizar la eficiencia.
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La popularidad de la energía termosolar ha crecido exponencialmente debido a sus múltiples ventajas, tanto medioambientales como económicas:
Es una fuente energética renovable e inagotable, ya que aprovecha el calor del sol, un recurso natural disponible todos los días. Además, es una alternativa limpia y sostenible que no produce emisiones contaminantes ni emite de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
Aunque la inversión inicial puede ser significativa, la instalación de un sistema de energía solar térmica permite reducir drásticamente la factura energética. Al generar tu propio calor, disminuyes la dependencia de combustibles fósiles y sus precios.
Los equipos de energía solar térmica tienen un mantenimiento mínimo y una vida útil de unos 20 años. Los colectores apenas necesitan limpieza periódica y revisión anual, por lo que el coste de mantenimiento es bajo.
A diferencia de otros sistemas de generación de energía, las instalaciones termosolares no producen ruidos ni olores molestos durante su funcionamiento, lo que las convierte en una gran opción para su implantación en entornos residenciales y urbanos.
La radiación solar es una fuente inagotable y disponible en todo el mundo. El sol emite más energía en una sola hora que la que se necesita para cubrir todas las necesidades energéticas globales de un año. Por ello, este sistema tiene un potencial ilimitado y puede contribuir significativamente a una producción limpia y sostenible.
Los usos de la energía solar térmica son variados y se adaptan a diferentes necesidades, tanto a nivel doméstico como industrial:
Descubre en detalle todos los usos de la energía solar.
Las centrales termosolares son instalaciones de gran escala diseñadas para generar electricidad a partir de calor solar. Su funcionamiento puede resumirse en cuatro fases:
España es uno de los países europeos con mayor potencial solar, con más de 2.500 horas de sol al año en la mayoría de su territorio. En 2025, la energía solar térmica en España se encuentra en plena expansión, impulsada por los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030, que prioriza las energías renovables en la descarbonización.
Según los últimos datos del IDAE, el país supera ya los 3,5 millones de metros cuadrados de superficie solar térmica instalada, con especial crecimiento en el sector residencial y hotelero.
Además, los ayuntamientos y comunidades autónomas están reforzando las ayudas para instalaciones térmicas, especialmente en edificios públicos y nuevas promociones inmobiliarias, donde su integración es cada vez más común.
Como has visto, una placa solar térmica puede ser una solución eficiente y sostenible para reducir tu huella de carbono. Además, este tipo de energía contribuye a una economía más independiente y sostenible con un papel clave en la transición hacia un modelo de sociedad más sostenible.
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