¿Qué revisiones obligatorias tiene que pasar la instalación de gasóleo?
Según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) en España, las instalaciones de calefacción, incluidas las de gasóleo, deben pasar por una revisión obligatoria, y varían en función del tipo de instalación (doméstica, comunitaria o industrial), así como de su capacidad.
La normativa estipula que las calderas de gasóleo con una potencia inferior o igual a 70 kW, que son las más comunes en viviendas unifamiliares, deben hacer una revisión de mantenimiento obligatoria al menos una vez al año por una empresa autorizada.
En esta inspección se comprueba el estado general de la caldera, la eficiencia de la combustión, los niveles de emisiones y el correcto funcionamiento de todos los elementos de seguridad. Es fundamental conservar el certificado que lo acredite.
Además de la caldera, es necesario revisar el conjunto de la instalación térmica (depósitos, tuberías y sistema de distribución), que debe pasar una inspección completa cada 10 años. Esta revisión más exhaustiva comprueba el estado general del sistema, su seguridad, y el cumplimiento de los requisitos técnicos establecidos en el RITE.
En cuanto al depósito de gasóleo, se recomienda realizar una limpieza interna cada 3 años, aunque no siempre es obligatoria por ley. Se trata de una acción preventiva para eliminar sedimentos o lodos que se acumulan en el fondo del tanque y que pueden afectar al buen funcionamiento de la caldera. La limpieza debe ser realizada por personal cualificado, especialmente si el depósito está en el exterior o si se ha detectado pérdida de rendimiento.
Por otro lado, es recomendable realizar una revisión visual del depósito al menos una vez al año (o tras cada carga de combustible), para comprobar que no hay fugas ni deterioros en la estructura.