Con los paneles y placas solares no te quedarás sin electricidad en ningún momento si tu instalación está conectada a la red. Estos están diseñados para transformar la energía solar en electricidad y, aunque son más efectivos cuando la luz del sol incide directamente sobre ellos, siguen generando energía en otros momentos (por ejemplo cuando está nublado o llueve).
Cuando tu instalación no produczca toda la energía que necesitas, permanecerás conectado al suministro de red 100% renovable y podrás seguir utilizando la electricidad sin interrupciones.
Por otro lado, aunque las baterías no son imprescindibles, sí permiten que aproveches la energía en la noche o en aquellos momentos en los que tu demanda es mayor que tu capacidad de producción. Si quieres que tu instalación disponga de baterías, también puedes tenerlas.
En caso de apagón general, las instalaciones solares conectadas a la red se desconectan automáticamente por seguridad. Esto evita que la electricidad generada por tus paneles se devuelva a la red y ponga en riesgo al personal técnico que trabaja en su reparación. Sin embargo, si tu sistema dispone de baterías y un inversor híbrido preparado para funcionar en modo aislado, podrás seguir utilizando la energía almacenada y mantener el suministro en tu hogar.