Uno de los factores determinantes para el buen funcionamiento de nuestro automóvil es el aceite. Este componente se encarga de lubricar las piezas móviles del motor para que el roce no las deteriore y, además, ayuda a mantener la temperatura adecuada y el mecanismo limpio.
Cambiar el aceite con regularidad y elegir el más indicado para nuestro vehículo es una forma de garantizar una conducción más segura y eficiente. Pero ¿cómo saber qué aceite usa mi coche? Lo más adecuado es seguir las instrucciones de mantenimiento del vehículo que aparecen en el manual del fabricante, donde se especifica, por ejemplo, qué aceite lleva mi coche gasolina o qué aceite lleva mi coche diésel y cada cuánto tiempo debo efectuar el cambio. En Repsol hemos diseñado una amplia gama de aceites de la más alta calidad, formulados específicamente para cada tipo de motor: gasolina, diésel o híbrido. Desde aquí te ayudaremos a dar con el lubricante más adecuado para tu coche.
La cualidad más importante del aceite es su viscosidadya que de ella depende el espesor de la película lubricante y su función es reducir la fricción y el desgaste entre los componentes del motor. El aceite está formulado con otros componentes que le permiten, evitar la corrosión, limpiar y mantener en suspensión los contaminantes. No debemos confundir esta característica con el índice de viscosidad, que es un indicador de cómo varía la viscosidad con la temperatura, cuanto mayor sea el índice de viscosidad mejores prestaciones de fluidez tendrá el aceite a distintas temperaturas.
La viscosidad del aceite depende de la temperatura. Cuanto más calor, mayor fluidez; cuanto más frío, mayor es la viscosidad. La SAE (Sociedad Americana de Ingenieros del Automóvil), clasifica los aceites en diferentes grados de viscosidad dependiendo de la temperatura y del esfuerzo de cizalla que se somete a los aceites.
Es muy fácil. Si acudes al manual de tu automóvil, verás que indica una nomenclatura SAE específica que indica el grado de viscosidad recomendado para ese modelo en concreto. La primera cifra que aparece a la izquierda de la W se refiere a la viscosidad del aceite en frío y la segunda cifra, a la derecha, indica la viscosidad del aceite en caliente.
Con este procedimiento la SAE establece once tipos de aceite de motor, que oscilan entre 0W y 60. La W (que viene de winter, “invierno” en inglés) tras el número indica que es un aceite adaptado para emplearse a bajas temperaturas.
Los lubricantes en general para vehículos ligeros suelen ser adecuados tanto para motores de gasolina como diésel, si bien son los fabricantes del motor los que indican unas especificaciones concretas para cada tipo de motor y combustible empleado.
A continuación, te presentamos una selección de aceites de la más alta calidad, diseñados por los investigadores de nuestro Repsol Technology Lab para adaptarse perfectamente a las necesidades de cada tipo de motor.
Los motores de los vehículos híbridos precisan unos lubricantes especializados y de alto rendimiento, en una cantidad menor que los motores de combustión interna.
Nuestros investigadores, comprometidos con el desarrollo de productos que se adapten perfectamente a las exigencias de cada tipo de vehículo sin comprometer la máxima eficiencia y sostenibilidad, han desarrollado la gama Hybrid. Los lubricantes Hybrid están especialmente formulados para los vehículos híbridos con motores de gasolina y eléctricos tanto enchufables (PHEV) como no (HEV). Su tecnología fuel economy reduce el consumo de gasolina y las emisiones de CO2.
Hoy en día los coches GLP o de autogás son casi tan frecuentes como los propulsados por diésel. El gas licuado del petróleo (GLP), también conocido como autogás, es el combustible alternativo más utilizado en todo el mundo: en Europa circulan en torno a los 15 millones de vehículos, de los que 50 000 están matriculados en España.
La mecánica de los automóviles que funcionan con GLP, GNV o GNC es totalmente distinta a la del resto de turismos, por eso es imprescindible utilizar un lubricante acorde con sus especificaciones. Los aceites para vehículos autogás desarrollados por Repsol están especialmente diseñados para ofrecer una mejor lubricación y una mayor resistencia a la oxidación, de manera que prolonguen la vida útil del motor.
Como has podido comprobar, invertir en el correcto mantenimiento de las diferentes piezas de nuestro automóvil es vital para conseguir el máximo rendimiento. El uso del lubricante adecuado, diseñado específicamente para cada tipo de motor, no solo mejorará las prestaciones de tu vehículo, sino que te evitará engorrosas visitas al taller.
A continuación, te dejamos un pequeño resumen de las diferentes opciones sobre cómo saber que aceite usa cada coche: