Hidrógeno
El hidrógeno verde es otra de las grandes promesas del transporte del futuro. Este combustible se obtiene a partir del agua mediante un proceso de electrólisis alimentado con energía renovable, lo que permite generar energía sin emisiones.
Los coches de hidrógeno (FCEV) cuentan con una pila de combustible que transforma el hidrógeno en electricidad para alimentar el motor eléctrico, emitiendo únicamente vapor de agua, lo que lo convierte en una opción de cero emisiones.
Su principal ventaja es el tiempo de repostaje, muy similar al de un coche de gasolina, y una autonomía que puede superar los 600 km.
Sin embargo, su infraestructura aún está en desarrollo, pero a medida que la red de hidrogeneras se amplíe, este tipo de vehículos se consolidará como una alternativa limpia y eficiente.
Gas licuado de petróleo (GLP)
El Autogas o GLP es una mezcla de propano y butano que se utiliza como combustible alternativo en motores adaptados. Se trata de una de las opciones más asequibles y con un reducido impacto ambiental.
Los vehículos pueden ser adaptados para funcionar con GLP, permitiendo a los conductores aprovechar todas las ventajas del AutoGas:
- Emiten menos CO₂, óxidos de nitrógeno y partículas contaminantes.
- Conseguir la etiqueta ECO de la DGT: que permite acceder a zonas de bajas emisiones.
- Disfrutar de ventajas fiscales o de aparcamiento.
- El repostaje es rápido, la red de estaciones crece en toda España y el ahorro por kilómetro recorrido puede superar el 40 % respecto a la gasolina.