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La movilidad eléctrica ha evolucionado mucho en los últimos años, gracias a los avances y la innovación tecnológica, la autonomía de las baterías ha mejorado. Además, cada vez existen más fabricantes y modelos de coches, y los precios son más accesible para los consumidores.
Esto contribuye a que más gente opte por vehículos eléctricos, mucho más sostenibles para el medio ambiente, ya que no generan emisiones de CO2. Además, puedes optar por puntos de recarga con energía limpia y 100% renovable.
El tiempo de carga de un coche eléctrico varía en función del tipo de batería y la potencia del cargador, podemos encontrar 4 tipos de tiempos de carga:
Es la más habitual para uso doméstico, es decir para cargar el coche desde casa. Suele tardar entre 4 a 8 horas en cargar el vehículo. Para este tipo de carga es necesaria un cargador con corriente alterna monofásica, la potencia también será determinante:
Lo más recomendable es instalar un punto de carga en casa, es el método más seguro y rápido, pero también se puede usar un enchufe doméstico o, también conocido como Schuko.
La carga semi rápida suele tardar de 1 a 3 horas en cargar el coche. Para este tipo de carga se necesita una corriente trifásica de 400V y según la potencia, y capacidad de la batería del vehículo, tardará más o menos tiempo en cargar:
La carga rápida te permite tener tu coche cargado al 80% en aproximadamente 30 minutos. Puedes encontrar puntos de carga rápida en estaciones de servicio, ya que es necesario tener cargadores específicos de corriente continua con una potencia de 50kW.
La carga ultra rápida es poco frecuente y no hay tantos puntos de carga, puedes consultarlos en nuestro mapa de servicios de estaciones y puntos de recarga. En tan solo 5-10 minutos puedes tener la batería cargada. Para esto es necesario usar un punto de carga ultra rápida, que requieren de 150kW de potencia y la intensidad de la corriente es de 375A o superior. Es una carga muy práctica y cómoda, sobre todo en viajes por carretera.
Las cargas más rápidas solo son aptas para modelos específicos de coches eléctricos, como el Porsche Taycan o el Audi e-tron GT, mientras que el de carga lenta es apto para todos los vehículos eléctricos.
Hay dos factores directos que influyen en el tiempo de carga de un coche eléctrico: el tipo de batería del vehículo y la potencia que tenga el punto de recarga o el conector. Estos son factores clave para entender porque un coche eléctrico tarda más en cargarse que otro, usando el mismo punto de recarga
En Repsol contamos con soluciones para la movilidad eléctrica para que no tengas que preocuparte por cargar el coche mientras estás viajando. Puedes encontrar tu punto de recarga más cercano. Actualmente, contamos con más de 400 puntos con diferentes tipos de recarga y con energía límpia y de origen 100% renovable:
Otras curiosidades sobre las recargas eléctricas
Tus recargas eléctricas, con Waylet
Con la app de Waylet podrás disfrutar de todas las ventajas relacionadas con el vehículo:
Encuentra tu estación de servicio más cercana
Descubre dónde puedes recargar tu vehículo eléctrico con la máxima calidad asegurada.
¿Tienes dudas?
A continuación te indicamos las tarifas para la recarga en la red pública:
Pago por uso en cada recarga:
También puedes contratar una de las tarifas de movilidad que te permitirán recorrer más kilómetros al mejor precio:
Además, consigue el 50% de tu recarga en saldo Waylet y hasta 150€ por contratar la luz y el gas de Repsol.
Existen diferentes puntos de recarga para vehículos eléctricos: convencionales, semi-rápidos, rápidos y ultra rápidos. La velocidad de recarga dependerá de diferentes factores: del tipo de batería, de los conectores, pero sobre todo, de la potencia suministrada por la estación de servicio:
Las baterías de larga duración ya permiten alcanzar autonomías de entre 300 y 400 kilómetros.
Sí, pero dependen tu Comunidad Autónoma. Pregunta en tu administración y para empezar a beneficiarte de las ayudas.
En función del municipio en el que vivas, la regulación podría ofrecerte ciertas ventajas: aparcar en vía pública sin pagar estacionamiento regulado, acceder al centro de tu ciudad sin restricciones, circulación por carril bus y algunos beneficios fiscales, como un impuesto de circulación más bajo que en un vehículo convencional.
Tienes más información sobre esto en nuestra página sobre las ventajas de los coches eléctricos.