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Conseguir un ambiente agradable en el interior del hogar depende de numerosos factores. De hecho, muchos de ellos influyen también en la eficiencia energética. En este artículo, vamos a hablar de uno en concreto: la humedad recomendada en casa. ¿Sabes cómo se mide y, ante todo, de qué manera la puedes garantizar?
La cuestión que abordamos resulta prioritaria para todo tipo de viviendas. Por un lado, las más antiguas, puesto que suelen disponer de un aislamiento térmico deficiente. Por otro, las de reciente construcción, dado que conviene cuidarlas para que no se deterioren sus paredes ni sus techos.
Medir la humedad ideal en casa te permite disfrutar de un ambiente confortable y saludable durante todo el año. Existen diversos modos de cuantificarla para lograr el nivel ideal en tu hogar.
Para medir la humedad en interiores, lo más preciso es utilizar un higrómetro, que es un equipo especializado que mide la temperatura y la humedad. Algunos termostatos incluyen sensores de humedad, pero no son tan precisos como los higrómetros.
Cuando hablamos de porcentaje de humedad ideal, nos referimos al nivel de vapor de agua del aire. Este último está compuesto por nitrógeno (menos de un 80 %), oxígeno (sobre el 20 %) y otros gases, como los derivados del agua (1 %). Las cantidades, como es lógico, pueden variar, dependiendo de si el aire se condensa en mayor o menor medida.
Por otro lado, el concepto de humedad relativa del aire hace referencia a la capacidad que tiene el aire para cargarse de partículas. Este fenómeno se conoce como saturación y puede alcanzar el 100 %. Si esta cifra es consecuencia de un aumento en la presión o la temperatura, comienzan a surgir gotas de agua que se precipitan.
Una medición precisa te permite tomar medidas para mantener la humedad normal en casa y aumentar el confort.
Durante la pandemia, probablemente escuchaste conceptos como la humedad óptima. Su importancia es crucial, dado que garantiza que un espacio sea seguro. De hecho, según los expertos, los interiores deben estar al 40 % y 60 % para minimizar la transmisión de enfermedades.
Esta tasa previene problemas como moho, condensación y alergias. Para mantenerla, es recomendable monitorizar los cambios y ajustar las condiciones de tu hogar según sea necesario.
Cuando supera el 70 % o cae por debajo del 30 %, hay que tomar medidas para restablecer un nivel saludable. En estos casos, se aconseja utilizar humidificadores y deshumidificadores.
Mantener niveles adecuados de humedad en tu casa es importante por dos razones:
Otra cuestión que no podemos ignorar son las alergias, que son más habituales si no hay una humedad óptima. Los interiores con mayor concentración de vapor son los más peligrosos en este sentido. Si eres propenso a esta reacción inmunitaria, conviene que coloques plantas que, eso sí, no deben pertenecer a la familia de las gramíneas.
Cada habitación de tu hogar tiene necesidades únicas. Veamos qué porcentaje es recomendable en cada espacio.
Se recomienda mantenerla por debajo del 60 % (el 55 % sería ideal) en dormitorios. Así, la sequedad en el aire que causa irritación en la garganta y nariz se previene. Además, al dormir, somos propensos al contacto con ácaros y hongos.
Si es demasiado elevada, deteriora las molduras de yeso y las paredes. Intenta que esté sobre el 40 % y abre las ventanas para ventilar y mitigar las acumulaciones.
La cocina, debido a la cocción y lavado, suele tener niveles más altos de humedad. Sin embargo, hay que evitar el exceso para que no aparezcan bacterias y moho.
Durante la cocción, se alcanzan concentraciones que superan el 60 % con gran facilidad. Procura, entonces, que esté en torno al 50 %, e incluso menos, cuando hayas terminado de utilizar la vitrocerámica.
Esta es la parte de la casa donde se acumula con mayor intensidad, alcanzando niveles muy superiores al 60 %. Por tanto, su control es crucial para prevenir moho y daños estructurales. Mantenerla entre el 50 y el 40 %, colocando plantas, usando deshumidificadores, extractores de aire y ventilando adecuadamente garantiza un ambiente saludable en el baño.
Como te hemos contado anteriormente, los humidificadores y deshumidificadores son perfectos para regular la humedad de tu hogar. Estas son las ventajas de cada uno.
Si te preguntas para qué sirve un humidificador, debes saber que aporta vapor de agua para ayudarte a alcanzar la humedad óptima en casa. Resulta especialmente útil en habitaciones donde el aire seco puede causar enfermedades respiratorias o irritación en la piel.
Usar correctamente los deshumidificadores extrae el exceso de humedad del aire. Su utilización contribuye a mantener un nivel normal, creando un ambiente más sano y evitando la proliferación de microorganismos dañinos. En el artículo para qué sirve un deshumidificador te damos más detalles.
Adquirir un higrómetro te ayudará a medir las concentraciones de vapor, pero ¿cómo controlarlas? Lograr un nivel de humedad normal en casa requiere de una combinación de estrategias y herramientas:
Esperamos que, tras leer este artículo, tengas claro cuál es la humedad ideal en casa. Comienza a medirla en cada estancia y lleva a la práctica los consejos que te hemos dado. Recuerda que controlarla es clave para aumentar el aislamiento térmico y, en consecuencia, la eficiencia energética de tu vivienda.
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