¿Qué es la movilidad eléctrica?
La movilidad eléctrica consiste en el uso de vehículos que se impulsan, total o parcialmente, mediante energía eléctrica almacenada en baterías recargables.
Representa un cambio enorme frente a los motores de combustión tradicionales, orientándose hacia una alternativa más limpia y eficiente para nuestros desplazamientos.
Tipos de vehículos eléctricos
Dentro de la movilidad eléctrica, existen diferentes tecnologías adaptadas a distintas necesidades. Principalmente, se distinguen los vehículos 100% eléctricos y los híbridos, que combinan un motor eléctrico con uno de combustión:
- Vehículos eléctricos de batería (BEV): son los coches 100% eléctricos. Funcionan exclusivamente con la energía almacenada en sus baterías, que se recargan conectándolos a un punto de recarga.
- Vehículo híbrido enchufable (PHEV): cuentan con un motor de combustión y uno o varios motores eléctricos. Pueden funcionar de forma 100% eléctrica durante una autonomía determinada y, una vez agotada la batería, utilizan el motor de combustión, ofreciendo una gran versatilidad.
- Vehículo eléctrico de autonomía extendida (E-REV): similar al BEV, pero incorpora un pequeño motor de combustión cuya única función es generar electricidad para recargar la batería cuando esta se agota, no para impulsar el coche directamente.
- Coches microhíbridos (MHEV): son vehículos de combustión con un pequeño sistema eléctrico (generalmente de 48V) que asiste al motor principal en momentos puntuales, como el arranque, para reducir el esfuerzo y el consumo. No pueden moverse en modo 100% eléctrico.
- Vehículos eléctricos con pila de hidrógeno (FCEV): utilizan el hidrógeno para generar electricidad a bordo a través de un proceso de electrólisis inversa. Su único residuo es vapor de agua. Aunque es una tecnología muy prometedora, la red de recarga (hidrogeneras) es todavía limitada.