¿Ha llegado el momento de cambiar el líquido anticongelante de tu vehículo y nunca lo has hecho? En este post descubrirás toda la información que necesitas sobre este producto: qué tipos hay, cuál debes echar a tu coche o cómo hacerlo.
Para qué sirve el anticongelante
Es imprescindible que un vehículo lleve líquido anticongelante, sin él el motor podría congelarse en los meses de frío, impactando negativamente en su rendimiento. Pero este producto, además de utilizarse como barrera de protección ante las bajas temperaturas, también se emplea para evitar que el sistema de enfriamiento se oxide o tenga desgastes prematuros.
Tipos de anticongelantes de coche
Existen 3 tipos de anticongelante en el mercado, con distinta resistencia al frío:
- Anticongelante orgánico: está compuesto por etilenglicol y agua destilada o desmineralizada. Aguanta más tiempo que el inorgánico (el doble de kilómetros), resiste temperaturas más bajas y es más ecológico.
- Anticongelante inorgánico: este contiene silicatos que protegen las partes de aluminio, pero aceleran la corrosión y su duración es más limitada. Suele utilizarse en vehículos antiguos.
- Anticongelante híbrido: este líquido contiene las ventajas de los dos tipos anteriores: etilenglicol, aditivos anti calcáreos y antiespumantes, y silicatos.
Como ya habrás visto, los hay de diferentes colores (verde, rosa, azul, amarillo). Estos colores, establecidos por los fabricantes, determinan las características del anticongelante y el nivel de eficiencia.
Importante: Nunca mezcles anticongelantes diferentes, podrías provocar fallos en el circuito de refrigeración.