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Los desplazamientos en coche durante el verano son especialmente peligrosos por varios motivos. Uno de ellos es el calor, que ocasiona cansancio y limita la movilidad. Igualmente, las rutas tienden a ser más largas, lo que provoca distracciones por la circulación continuada e incrementa el riesgo para los conductores.
El verano pasado, la DGT registró 93 millones de «movimientos de largo recorrido», como lo denominan. Para tener mayor seguridad, es imprescindible que tengas en cuenta varios factores. Te explicamos cómo preparar tu automóvil, qué debes llevar en el trayecto y cómo combatir el calor al conducir.
Esta es una cuestión que no debe quedar relegada a un segundo plano, dado que es esencial para evitar que te quedes tirado. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tiende a realizar más controles durante los desplazamientos en épocas de verano. El objetivo es corroborar que neumáticos, lunas, señalización y luces están en condiciones adecuadas.
Cuando detectes cualquier avería en este sentido, ten en cuenta que la multa puede ser de hasta 500 euros, según la DGT. Pero, por encima de eso, recuerda que estás poniendo en peligro tu vida y la de quienes viajan contigo. Evítalo acudiendo a un taller o a una estación de servicio Repsol, que dispone del equipamiento necesario para la puesta a punto.
El lubricante es esencial para minimizar la fricción entre las partes móviles del motor. Conviene que lo revises en frío (insertando la varilla en el depósito, sacándola y volviéndola a insertar para extraerla de nuevo). Verifica que el nivel se encuentra entre las marcas correspondientes al máximo y al mínimo.
Los dibujos que incluyen aumentan la adherencia al terreno y disminuyen la posibilidad de deslizamiento. La profundidad idónea es de 2,5 milímetros, y por debajo de 1,6 no está permitido circular. Comprueba también que la presión es la que indica el fabricante (lo verás en el manual) y que no hay abultamientos de ningún tipo.
Está situado en la parte delantera del vehículo, junto con los demás depósitos. Es imprescindible para que no se deslice innecesariamente. Si el líquido de frenos está en niveles bajos, incrementaría la distancia de frenado de manera peligrosa. Debe encontrarse entre los límites de máximo y mínimo.
La DGT señala que el calor es uno de los elementos que aumentan el riesgo al conducir. De acuerdo con la institución, incrementa la posibilidad de sufrir un accidente hasta en un 20 %. Por tanto, conviene que estés preparado ante el trayecto, para lo que te aconsejamos contar con ciertos elementos en el habitáculo principal:
Es esencial que revises el estado del aire acondicionado, pues no siempre es buena idea abrir las ventanas (es posible que entren mosquitos). Pide que lo inspeccionen cada 10 000 kilómetros y que lo hagan también en las revisiones del coche. Procura que verifiquen las condiciones del evaporador, la válvula de expansión y el compresor.
Cuando regresas al habitáculo después de haber estacionado, es posible que el interior esté a temperaturas muy altas. La DGT indica que, por encima de 35 °C, tendemos a ignorar hasta el 15 % de las señales de tráfico. Por ello, conviene que lo mantengas a la sombra en la medida de lo posible (mejor todavía si es en un interior).
Hay otras pautas que tienes que poner en práctica:
Existen distintos productos imprescindibles para tu viaje. Nuestro consejo es que los tengas siempre en el maletero, de modo que estén a tu disposición cuando hagas una parada. Puede ser que, con el largo trayecto, tu automóvil muestre señales de agotamiento de líquidos, por ejemplo. Llegado el caso ¿sabrías qué necesitas?
Circular más de dos horas ininterrumpidas ocasiona mayor desgaste. Cuando lo percibas, deberías sustituir el aceite de motor si no lo has hecho antes de salir (siempre en frío). Nuestro consejo es que optes por los de tipo long life, que duran hasta 30 000 kilómetros o dos años. Recuerda usar uno que soporte las altas temperaturas (con clasificación 10W40, por ejemplo).
La limpieza del vehículo es determinante. La suciedad afecta de manera negativa a la comodidad y a la integridad de los viajeros. Recuerda tener bayetas de microfibra, líquido limpiaparabrisas y limpiasalpicaderos. Igualmente, es importante que dispongas de líquido anticongelante y refrigerante por si es necesario rellenar el depósito.
Un kit reparapinchazos es una alternativa que da protección. Es obligatorio si tu automóvil no tiene rueda de repuesto y recomendable en el resto de casos. Tú mismo podrás reparar un neumático dañado, en poco tiempo y de manera eficaz. Dependiendo del modelo, pueden incluir masilla o espuma, o un compresor.
Un arañazo es un imprevisto muy desagradable durante tus vacaciones. Soluciónalo de forma rápida con borradores específicos, que matizan el deterioro para darle un aspecto natural a la carrocería. El pulimento líquido o la pasta de lijado son otras dos opciones que te recomendamos.
Los meses de verano están a la vuelta de la esquina, y esperamos que hayas comprendido cómo debes preparar tu coche. Empieza las vacaciones de la mejor manera, pero siempre con seguridad. Recuerda que, en la tienda online de Repsol, así como en nuestras estaciones de servicio, podrás adquirir todo lo necesario. ¡Buen trayecto!
Es fundamental equipar tu coche para los viajes de verano, pero lo más importante es contar con un buen seguro de coches que te proteja de todos los imprevistos que puedan surgir. En nuestro comparador de seguros de coche encontrarás el que mejor se adapta a tus necesidades.
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