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La energía solar protagonizará la transición ecológica durante este 2023, igual que lleva haciéndolo varios años. Estas son conclusiones del Gobierno de España y también del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). Ahora bien, ¿qué nuevas soluciones hay sobre la mesa para quienes apuesten por el autoconsumo?
Una de las más populares es el regulador de carga solar. Este dispositivo contribuye a gestionar el nivel de las placas y las baterías. Gracias a este complemento, tu instalación tendrá una mayor estabilidad y seguridad. Por tal motivo, te invitamos a que leas este artículo para conocer su uso y cuáles son los tipos más habituales.
Las baterías fotovoltaicas están vinculadas a los paneles para almacenar la energía que supera la capacidad del suministro a la vivienda. Dicho de otro modo, cuando hay suficiente para tu instalación, el excedente se guarda. Pero ¿qué sucede cuando las primeras reciben más electricidad de la que pueden soportar? En ese caso, se deteriorarían y podrían averiarse definitivamente.
Como solución, están los reguladores de carga solar, que revisan la cantidad guardada en tiempo real. Están ajustadas a lo que se denomina «llenado óptimo», es decir, el porcentaje máximo al que deben permanecer sin que perjudique a sus funciones. Recuerda que nunca han de quedar por debajo del 50 % para que no se debiliten debido a la cristalización de los semiconductores.
Para esta finalidad, está vinculado entre el campo fotovoltaico y el de las baterías. Estos dos, compuestos en su mayoría por silicio cristalino, reaccionan frente al contacto con la electricidad. Cuando se ha alcanzado el límite programado para la batería, se facilita la pérdida del restante mediante el efecto Joule.
Por lo general, encontramos dos clases de reguladores si tomamos en consideración la batería a la que están acoplados. Igualmente, se diferencian según la tensión a la que pueden funcionar, dado que poseen una resistencia eléctrica definida mediante algoritmos. En ambos casos, son aptas para los medios de almacenamiento estacionarios, así como para el autoconsumo.
Esta primera categoría opera gracias a la modulación por ancho de pulsos (se corresponde con las siglas de pulse-width modulation). Funcionan mediante un ajuste que debes programar según el nivel óptimo para la batería.
Durante los últimos años, estos han ido cayendo en desuso debido a la incorporación de medios de almacenamiento con mayor voltaje. De hecho, se espera que dejen de comercializarse en beneficio de otros con prestaciones técnicas superiores, una vida útil más dilatada y una resistencia más prolongada.
En segundo lugar, tenemos los basados en un seguidor punto de máxima potencia (son las siglas de maximum power point tracking). Resultan idóneos para cualquier batería, con independencia de que posea paneles de 60 células o de 156, que es el máximo. Incluso son compatibles con los híbridos, es decir, los que obtienen energía fotovoltaica y térmica a la misma vez.
Estos dispositivos son los que están ganando popularidad en los últimos tiempos, dado que actúan de una forma más eficiente. Lo que hacen es controlar el nivel de las baterías para detener las placas solares cuando se ha alcanzado el máximo. De esta manera, se evita recurrir al efecto Joule en la mayoría de los casos y, por tanto, se minimiza la pérdida de electricidad.
El proceso que debes seguir no es complicado y, en cualquier caso, podrás solicitarlo al momento de la instalación de placas solares si lo compras a la misma vez. No obstante, te explicaremos cómo puedes hacerlo de manera segura, siempre cuando no esté lloviendo, con las manos secas y con guantes antiestáticos:
Por otro lado, desde la pantalla del regulador, podrás programar su mecanismo de protección con otras funciones. La primera de ellas es el tipo de batería (de ciclo profundo, monoblock, de litio o estacionarias, principalmente). La segunda es el tiempo de uso, que tendrás la posibilidad de detallar de dos maneras:
Hay un error en el que no has de caer, además de desconocer cuántas placas solares necesitas: ignorar el voltaje que son capaces de resistir. Los reguladores PWM funcionan solo cuando soportan 12 V, mientras que los MPPT son bastante más versátiles y aptos para cualquier situación. Para conocer este valor, tendrás que aplicar el siguiente cálculo:
Asimismo, recuerda que el modelo más contemporáneo es el MPPT. Requiere una inversión relativamente mayor, pero te será más rentable, pues reducen el gasto energético en un 30 %. Por su parte, también debes tener en cuenta que no será necesario adquirirlos si todavía no tienes una solución de almacenamiento en casa.
Es importante que escojas el modelo de regulador (más allá del tipo), es decir, la intensidad máxima que soportan. Por lo general, los más frecuentes son los de 20 y 30 amperios —para instalaciones de autoconsumo pequeñas o medianas— o los de 100 amperios —si tienes más de 10 paneles en casa—.
Después de haber leído este artículo, esperamos que tengas claro qué es un regulador de carga solar y cuál es su función. Lo primordial, en este momento, es que adquieras uno adaptado a las necesidades de tu instalación. Si no la tienes aún, súmate a la revolución fotovoltaica y conoce nuestra solución de autoconsumo solar, Solar360 ,para ahorrar en cada paso. ¡Te esperamos!
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