Estufas eléctricas
Las estufas eléctricas no requieren combustible, sino que emplean la electricidad para convertirla en calor. Para ello, la transforman mediante un proceso que resulta más ecológico que la combustión. Por la misma razón, no emiten humo ni vapores, simplemente, calientan la habitación de una forma rápida.
Su principal ventaja es que son más seguras que las de llama. En este sentido, es posible usarlas en habitaciones pequeñas y también en dormitorios. Como inconveniente se encuentra que consumen bastante electricidad.
Estufas de parafina
Este es uno de los tipos de calefactores menos conocidos tradicionalmente, pero que está ganando relevancia en la actualidad. Funcionan a partir de la quema de parafina, un combustible conocido también como queroseno. Incorporan distintas medidas de seguridad, como el apagado programado o automático, para evitar riesgos.
Tienen la particularidad de que apenas necesitan mantenimiento. La parafina está disponible en tiendas especializadas y se puede comprar en bidones. Sin embargo, estas estufas no son aptas para habitaciones con dimensiones inferiores a los 10 m² y se deben recargar cada poco tiempo. Como el queroseno proviene del petróleo, no se consideran ecológicas.
Estufas de bioalcohol
Conocidas también como estufas de bioetanol, utilizan la quema de este combustible para producir calor. Lo que más suelen valorar los consumidores es su limpieza, así como la capacidad de no emitir humos. Por esta razón, contribuyen a mantener una huella de carbono neutra, dado que no contaminan el medioambiente.
Su principal inconveniente es que no calientan la vivienda al completo, solo una habitación. Requieren, asimismo, una elevada inversión inicial en la adquisición de equipamiento. Nuestra recomendación, en caso de que cuentes con una, es que ventiles la habitación para evitar acumulaciones de CO₂.
¿Cómo elegir el mejor tipo de estufa?
Cuando vayas a escoger entre los distintos tipos que hemos mencionado, es importante que tengas en cuenta varios factores. Los detallamos a grandes rasgos, pero no olvides que debes tener en cuenta tus necesidades específicas:
- Las dimensiones de la vivienda: para hogares grandes, se recomienda uno de los tipos de calefactores a gas más modernos: la termoestufa.
- La presencia de niños o animales: la de pellets ofrece un mayor grado de seguridad que las de parafina o bioalcohol (esta última por su fuerte olor).
- La posibilidad de ventilación: las estufas de gas o de bioalcohol no son aconsejables cuando no se pueda ventilar la estancia. Para estos casos, es mejor optar por una eléctrica.
- Las posibilidades de desplazamiento: si quieres moverla de una estancia a otra, lo mejor es que adquieras una estufa eléctrica. Solo tienes que desenchufarla y enchufarla en el nuevo emplazamiento.
Respecto a este último punto, la limitación física de algunos modelos puede ser un inconveniente. Por su modo de emisión de calor, no es recomendable usar estufas de parafina en los cuartos de baño ni en los dormitorios. Es una opción pensada para las salas de estar y demás estancias que puedan permanecer ventiladas durante varias horas.
En definitiva, hay numerosos tipos de estufas en el mercado, lo que conforma una amplia variedad. En Repsol encontrarás diferentes modelos de estufas de gas para interior y exterior. Puedes comprar online y recibirla en tu casa en 24/48h laborables.