La subida del precio de la luz ha sido objeto de una gran preocupación en los últimos tiempos. Los hogares y empresas de todo el mundo han experimentado aumentos significativos en sus facturas de energía eléctrica, y eso ha generado una cierta inquietud. Por eso, en las siguientes líneas vamos a analizar los principales motivos que explican la subida del precio de la luz y cómo puedes protegerte de ella.
¿Por qué está subiendo el precio de la luz?
El precio de la luz en España, y en el resto de Europa, ha venido registrando un alza considerable en los últimos meses. A continuación, presentamos los motivos fundamentales que han dado pie a esta situación.
Aumento en el precio del gas natural
El gas natural es uno de los combustibles fósiles más utilizados para generar energía. Por ello, su precio tiene un gran impacto en el coste final de producción de la electricidad. Y, en los últimos meses, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado una subida en el precio de este gas, provocando consecuentemente un aumento del precio de la luz.
Aumento en la demanda de los consumidores
Cuando hay cambios bruscos de temperatura, como olas de calor o frío, la demanda eléctrica aumenta debido al uso de aparatos como el aire acondicionado o la calefacción. Esto provoca que las distribuidoras de energía tengan que generar más... Y eso, a su vez, incrementa los costes de producción y el precio final de la electricidad. Además, a partir de las 20:00 horas la demanda energética suele ser superior, lo que hace que esas horas sean más caras que en la madrugada.
Incremento en el coste de las emisiones por CO₂
Las centrales eléctricas que utilizan gas y carbón tienen que pagar por las emisiones de CO₂ que generan. Debido a que se han incrementado estos costes, las generadoras han de hacer frente a más gastos para producir energía. Esto, al final, también repercute en el precio que pagamos por la luz.
Contribución de las renovables en el precio final
Aunque las energías renovables son más baratas que los combustibles fósiles, su impacto en el precio de la luz suele ser menor. Y es que, al ser las primeras en entrar en el sistema de fijación de precios, no tienen mucha relevancia a la hora de determinar el precio final. Sin embargo, la ausencia de lluvia o viento puede hacer que las comercializadoras que usan este tipo de fuente de energía también tengan que hacer frente a una menor demanda, por lo que se reduce su peso a la hora de fijar el precio.